LinkedIn, ¿una realidad solo para hombres?

Publicado el 17 de enero de 2025, 21:31

Me perdí ayer entre las publicaciones de LinkedIn una vez más, seguramente buscando una
oferta de empleo donde me paguen más que en mi empresa actual.
Es posible que el algoritmo, por el sector al que pertenezco, me conecte más con hombres que
con mujeres, pero esto me llevó a la búsqueda de datos fehacientes y que han sido
prácticamente imposibles de conseguir, pues todas las estadísticas disponibles de LinkedIn son
por esta misma red social, o por otras (pocas) que indagan en materia de sesgo por sexo.
Esta red social a nivel mundial, tiene más de mil millones de usuarios. El porcentaje de usuarios
hombres es de un 57% frente a un 43% de mujeres.
Pretendía hacerme con estadísticas sobre usuarios tomadores de decisiones o puestos
directivos de cada uno de los sexos que tienen presencia en la plataforma. Fue imposible.
Decidí ser algo más genérica, así que, según el Instituto Nacional de Estadística, tenemos que la
proporción de mujeres frente a cargos directivos es de un 34,64% y de un 35,47% en alta
dirección. Estos porcentajes se hacen de una forma ponderada entre tres rangos de edad, ya
que, conforme la edad es mayor, el porcentaje decrece bastante, siendo su punto álgido entre
los 16 y 34 años.

"No debe ser casualidad, que, a partir de los 34 años, decrezca de
una forma tan considerable los puestos directivos a cargo de las mujeres".

 

No debe ser casualidad, que, a partir de los 34 años, edad sumamente temprana, decrezca de
una forma tan considerable los puestos directivos a cargo de las mujeres. Una edad que
prácticamente coincide con la estadística del INE de la primera maternidad en nuestro país,
32,59 años.
Datos que, una vez más, corroboran la existencia de una brecha salarial que está muy lejos de
ser fulminada. Lejanía que será directamente proporcional a la resistencia del sistema por
sustentar con más recursos la crianza de los hijos, y, por tanto, el crecimiento de la natalidad,
responsabilidad que se nos atribuye, como tantas otras exigencias, a las mujeres.
Aún se sigue confundiendo, ¡qué digo confundiendo!, se sigue ignorando el significado de
brecha salarial, que engloba muchas más circunstancias en las que nos vemos sumergidas las
mujeres profesionalmente, por el simple hecho de ser mujer.

"Nos vemos obligadas a renunciar al trabajo por cuenta ajena para maternar".

 

Nuestra carrera profesional sigue estando influenciada por las responsabilidades familiares.
Tenemos, por ello, menos oportunidades para ocupar puestos de responsabilidad en las
empresas, nos vemos obligadas a renunciar al trabajo por cuenta ajena para maternar,
seguimos reduciendo nuestras jornadas laborales para ‘malconciliar’ mermando entonces
nuestra capacidad económica y de independencia.
En esta vagancia entre publicaciones de LinkedIn, di con el post de nuestro amigo Jose Ramón,
CEO de una gran empresa a la que ha visto evolucionar, y cuyo crecimiento compara con el
crecimiento de la familia.
Es un post con cierto entone de ternura, un post delicado que me envuelve y que, por alguna
razón, sigo leyendo hasta llegar al final.
Habla del privilegio, se capta en sus palabras bien escritas la gratitud por formar parte de esa
gran familia que es la empresa, que no la familia que realmente es su familia, ya me entiendes.
Como ejemplos utiliza comparativas entre la empresa y la familia. Lo no lineal del proceso, el
entusiasmo, los conflictos y la necesidad de ser resiliente, paciente y creativo, tanto para
ejercer en la empresa, como para criar hijos.

"Los perfiles LinkedIn con foto visible, según estadísticas de LinkedIn, tienen siete
veces más probabilidades de ser encontrados y veintiún veces más visitas".

 

Lo leía con mucho interés. En algún momento esperaba que apareciera por alguna de sus
metáforas la figura femenina en casa. Aquella que le había permitido estar donde debía estar
para hacer realidad los proyectos de vida de aquella familia tan maravillosa, para hacerse un
hombre influenciable y poderoso profesional y personalmente.
Me encontraba paciente, leyendo aquel post tan largo en el que me enredé, esperando la
aparición del quid de la cuestión.
Esperaba a la madre de sus hijos. Me hice la idea de que debía llamarse Begoña, aquella, que
incluso a la sombra, mantiene el barco a flote, liderando, lidiando, tomando decisiones,
aportando el cariño y el cobijo que solo una madre puede, poniendo el cuerpo en los
cuidados.
Esperé a que esa gratitud ferviente se tornara a ella, pero no apareció.
Quizás Jose Ramón se equivocó con esta comparativa, que ya de por sí era inconexa. Quizás,
me digo, porque en el núcleo familiar tienes un papel, al igual que en la empresa, sólo que en
esta eres prescindible y reemplazable, en tu casa no.
Siendo conscientes realmente de que estos post van enfocados al B2B y a crear contenido
donde sigas siendo el líder que todos quieren encontrar para que tu ego sea tan grande como
tu empresa, que ha crecido un 400% en estos dos últimos años, estas reflexiones lejos de la
igualdad y que siguen postergando el discurso donde la mujer, si está, es en lo privado, en lo
invisible, pueden llegar a ser negligentes porque siguen sacando rédito del sistema patriarcal
en el que vivimos y donde todavía hoy, en 2024, tenemos que seguir luchando las mujeres.
Me pregunto, hasta qué punto debemos extender las mujeres nuestra paciencia, para que
algunos hombres tengan la capacidad de entender que no pedimos nada que no nos
corresponde.
Hasta cuándo tenemos que andar dando explicaciones por y para todo, teniendo que dar
veracidad con ellas a lo que reclamamos.
Me pregunto cómo responder asertivamente a lo ilícito. Soportar preguntas como para qué el
8 de marzo, por qué consideramos violencia la prostitución o que sigan saltando en los
cerebros distintos clics que se sitúan al lado del agresor hasta que la víctima demuestre su
propia inocencia.
Por cierto, los perfiles LinkedIn con foto visible, según estadísticas de LinkedIn, tienen siete
veces más probabilidades de ser encontrados y veintiún veces más visitas.
Lo que no nos dicen las estadísticas de LinkedIn es, qué porcentaje de mujeres recibimos
mensajes privados que nada tienen que ver con lo profesional, por tener visibles esas
fotografías.

 

Por: Irene Carrasco

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